
Desde que, a finales del año pasado, se desatara el escándalo Harvey Weinstein y los abusos en el mundo del cine estuviesen en boca de medio mundo las 24 horas, no dejan de salir nuevos nombres de famosos a los que han acusado de tener comportamientos machistas, abusivos o, directamente, de ser unos acosadores o violadores. Y claro, el debate sobre si un actor, director, cantante o «inserte su profesión relacionada con el arte aquí» pasa a ser un mal profesional por no ser una persona intachable, está servido.
Aunque las películas producidas Miramax han supuesto verdaderos taquillazos, ahora Weinstein está condenado al ostracismo laboral, al igual que Kevin Spacey, que tras su forzada (y cuestionada) salida del armario por las acusaciones de violación, Netflix lo borró de un plumazo de elenco de House of cards. A colación de esto, la gente empezó a cuestionarse si Woody Allen o Roman Polanski son buenos directores o no, porque, indudablemente, son unos seres humanos despreciables.
Pero no son los únicos. Muchos de los artistas más aplaudidos tienen unas manchas en su currículum personal que no se quitan ni con esa famosa lejía que viene del futuro. Os dejamos unos cuantos ejemplos.
Morrissey
Aunque There is a light that never goes out o The first of the gang to die sean dos himnazos de la vida y nos hayamos dejado la garganta cantando Ask me, ask me, ask meeeeee en los bares allá por los 2000, declaraciones del tipo «no veo ninguna diferencia entre comer carne y la pedofilia» o «Madonna está más cerca de la prostitución organizada que de otra cosa» hacen del cantante de los Smiths un tipo reguelero. No nos vamos a meter en que Morrissey es uno de esos artistas que amas u odias, sin extremos…
Christian Bale
Vale, es un actorazo y nos encantó en American Psycho, en El luchador y en La gran estafa americana; también es un gran activista por el medio ambiente… pero tiene la mano muy larga. Hace unos años fue puesto en libertad bajo fianza por agredir a su hermana y a su madre. Fue unas horas antes del estreno de El caballero oscuro en Londres, en el hotel donde se alojaban el actor y su familia. Además de este episodio de violencia familiar, son pocos los compañeros de trabajo (técnicos y artísticos) que hablan bien de él.
Pete Townshend
Guitarrista y voz de The Who, el británico ha puesto voz a una generación (literalmente). Sus logros musicales son indiscutibles, pero no así su comportamiento: fue detenido porque la policía encontró los datos de su tarjeta de crédito al rastrear un portal de pornografía infantil. Aunque finalmente no llegó a pisar la cárcel, Townshend reconoció haber entrado en la web «solo para ver qué había allí».
James Franco
Aunque este mismo año fue acusado de abusos sexuales solo unas horas después de aparecer en los Globos de Oro (donde estaba nominado por su papelón en The disaster artist) con la famosa chapa del Time’s Up, sobre Franco no ha podido llegar a demostrarse nada… al menos en esta ocasión. Porque unos años atrás sí que le pillaron ligando con una menor en Instagram. Aquí, un fragmento de la conversación.
Rebecca Gayheart
Admitimos que no es la mejor actriz del mundo, ni la que más películas rueda, pero al menos no ha matado a nadie. O sí, porque en 2001 fue juzgada por homicidio imprudente, tras atropellar a un niño en Los Ángeles. Finalmente solo pasó tres años en libertad condicional (realizando servicios a la comunidad) y un año sin poder conducir, lo que demuestra que en EE.UU. la justicia funciona igual de mal que en España.
Mickey Rourke
Aunque puso a nuestras madres cardiacas en Nueve semanas y media y ahora es un señor que se pasea por Hollywood con unas pintas loquísimas y nos hace mucha risa, el actor fue denunciado por malos tratos por Carré Otis, su mujer en los 90. Rourke le sacaba casi dos décadas y, aunque ella acabó perdonándole, años después contó su infierno en un libro: Mickey la amenazaba a punta de pistola, le prohibió seguir con su carrera de modelo y le era continuamente infiel.
Emma Roberts
La sobrina de Julia Roberts fue detenida por agredir a su novio, Evan Peters, con quien ha trabajado en American Horror Story. Una llamada alertó a la policía de una pelea en su casa, y cuando llegaron, se encontraron al actor con la nariz sangrando y marcas de bocados. La detuvieron, pero fue puesta en libertad cuando Evan no presentó cargos. «Emma es una persona muy pasional», revelaron fuentes cercanas a la actriz para quitarle hierro al asunto…
Quentin Tarantino
Es uno de los grandes directores de Hollywood y, película que estrena, película que arrasa. Hay actores que pierden el culo por aparecer en sus obras, pero también ha sido el gran encubridor de Harvey Weinstein, hasta el punto de dejarle abusar de su expareja, Mira Sorvino. Eso por no hablar de cómo trató a Uma Thurman en el rodaje de Kill Bill, haciéndole rodar sin especialistas escenas de riesgo «solo para que su pelo en cámara se moviese correctamente».
Esta es solo una pequeña muestra de que, detrás de discos históricos, de premiadas series de televisión y de grandes películas (o películas mediocres, como las de Rebecca Gayheart) no tiene porqué haber buenas personas. Tommy Lee, Mel Gibson o los fallecidos Prince y David Bowie, solo por mencionar unos pocos, son nombres que bien podrían completar esta lista que sin duda, daría para varios posts.
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