Ser Vapor. Historia del popper y futuros queer

La forma en la que vivimos nuestro presente crea nuestro futuro, nos guste o no. Intentándolo o no, actuamos un futuro.

Adam Zmith sueña con que seamos vapor. Algo bello, conmovedor y poético hay en ese deseo compartido. El vapor y lo que casi podemos tocar; lo que se adhiere a la piel; la unión de lo ligero y lo indivisible, la conexión de átomos y moléculas. Anhelar un enjambre como una comunidad en la que estar juntos, colaborar y jugar.
La utopía, el compromiso y el placer forman parte del esqueleto de su libro Inhalación profunda. Historia del popper y futuros queer (Editorial Dos Bigotes, 2022). Un ensayo brillante y riguroso en el que el autor compone un puzzle fascinante de historias y personajes de ayer y de hoy. Fragmentos de historia política y social, de descubrimientos científicos que paliaron el dolor, de análisis audiovisual, de música, de competencia desleal entre empresas farmacéuticas, de cómo nos ha atravesado y cambiado el modo en el que nos relacionamos a través de la red y las pantallas, de ciencia ficción, de publicidad, de carne, de cuando usábamos MSN y Yahoo! y éramos trémulos e inocentes avatares en busca de un espejo que poder atravesar.

Fragmentos de historia política y social, de descubrimientos científicos que paliaron el dolor, de cómo nos ha cambiado el modo en el que nos relacionamos a través de la red y las pantallas, éramos trémulos e inocentes avatares en busca de un espejo que poder atravesar.


Deconstruir todas aquellas “ideas que absorbemos y nos hacen odiarnos a nosotros mismos (…) deshabilitar nuestros venenos”, esto es lo que mueve el libro de Zmith. Un movimiento perfecto.

En el principio del popper están el azar y la ciencia. El científico Antoine Jérôme Balard que descubrió el bromo, tiempo después hizo pasar vapor de nitrógeno a través de alcohol de amilo, de esta fusión nació el nitrito de amilo, el líquido que hoy se conoce como popper. Fue el médico Thomas Lauder Brunton -siguiendo investigaciones que afirmaban que el nitrito de amilo dilata los vasos sanguíneos- el que lo aplicó por primera vez para tratar la angina de pecho, era a través de la inhalación del vapor del nitrito como logró paliar los dolores de pacientes aquejados con anginas de pecho. Como escribe Zmith “el uso del nitrito de amilo se extendió a lo largo de la profesión médica y otros doctores empezaron a probarlo para tratar todo tipo de dolencias”, como es el caso del doctor James Crichton-Browne que descubrió que su uso era también efectivo para aliviar los dolores ocasionados por la menstruación y los suplicios del posparto en las mujeres.

Diseño de la colección por Raúl Lazaro


Los doctores Brunton y Crichton-Browne fueron dos de los pioneros decimonónicos, pero como recoge Zmith en su libro habrá que esperar a mediados del siglo XX y a estar en Estados Unidos para que esta sustancia se popularice tanto para usos deseables como para otros inapropiados.

“Cada subcultura necesita su opio. El consumo de popper explotó”, y esta explosión junto con una liberación nueva se sucedieron en los años inmediatamente posteriores a la revuelta de Stonewall. La publicidad, los anuncios en revistas, el boca a boca ayudaron a que el consumo del popper aumentase, así como fue naciendo la construcción de una nueva identidad gay masculina de cuerpos más vigorosos. Es fabuloso el análisis que Zmith realiza del trabajo de artistas de la época como Rex y de publicaciones como Drummer en la construcción de estas nuevas subjetividades.

Placer, peligro y muerte desafortunadamente pronto fueron juntos de la mano tras la aparición del VIH/SIDA y la brutal reacción conservadora que solo empeoró la crisis sanitaria que estaba por llegar y que todavía vivimos.

Placer, peligro y muerte desafortunadamente pronto fueron juntos de la mano tras la aparición del VIH/SIDA y la brutal reacción conservadora que solo empeoró la crisis sanitaria que estaba por llegar y que todavía vivimos.


Inhalación profunda es un libro y un alegato a favor de las conexiones múltiples, a favor del amor, del placer, de la empatía, de lo común. Escribe Zmith que “no habrá libertad para todos hasta que las identidades más maltratadas sean liberadas”.

Es un libro antídoto, poblado de personas valientes y curiosas, de historias reales aunque parezcan imposibles, y de otras que nunca fueron pero que quizá nos venga bien reflexionar qué hubiese pasado si todo hubiese sido de otra manera. Es una labor encomiable de archivo y un honesto homenaje a nuestros mayores queer.

Conexión y posibilidad.

Me encanta ser reiterativo sobre todo con el brillante trabajo de traducción de Joan Darós y con el diseño de la colección de Raúl Lázaro.

Seguiremos bigoteando.

Puedes hacerte con este libro en tu librería preferida o en la web de la Editorial Dos Bigotes.

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