Relato: Te odio, guapo

Te odio porque te ves hermoso en tu traje azul. 

Te odio porque a todo te diría que sí. 

Te odio porque con un simple mensaje tuyo me pongo contento y me acuerdo de lo mucho que te extraño. 

Te odio porque vi una foto tuya, donde te ves guapísimo, y pensé en mandarte un mensaje para preguntarte si nos podemos ver. 

Te odio porque dejo deliberadamente tu último mensaje sin contestar para seguir viendo tu imagen en mis notificaciones. Por cierto, te volviste mi notificación favorita. 

Te odio porque pensé que, luego de ese primer encuentro, no volverías a hablarme. 

Te odio porque me arrepiento de no tener el valor suficiente para tomarme una foto a tu lado y porque hay días en los que pienso que, tal vez, ahora es demasiado tarde. 

Te odio porque no tenía la más mínima expectativa contigo, pero descubrí que eres un hombre atractivo, lindo, emocionalmente encantador y supertierno. Me encanta cómo brillas y tu actitud hacia la vida. Me gustan tus bromas, la manera en la que me haces reír y lo tranquilo que me siento contigo. 

Te odio porque me excité con el deseo de besar tu boca y poseer tu cuerpo. Ahora experimento la eventualidad de los sentimientos y los afectos que me produces. Compulsión a la experimentación. 

Te odio porque me excité con el deseo de besar tu boca y poseer tu cuerpo. Ahora experimento la eventualidad de los sentimientos y los afectos que me produces. Compulsión a la experimentación. 

Te odio porque pienso en ti a veces y en la dulzura de las palabras que me evocas. En tu gracia, los detalles, en las velas y en tu aroma. 

Te odio, pero también te agradezco la gentileza. Apareciste como una estrella fugaz en mi vida, luego de noches de intranquilidad, días tormentosos y experiencias traumáticas. Eres como un cometa, un astro que brilla y alumbra con una luz fascinante y cautivadora. No sé si conjurar el olvido, acudir a los recuerdos de los breves momentos compartidos, o esperar que una tarde vuelvas a iluminar mi cuerpo, mis labios, mi vida. 

Te odio porque me encanta que me digas pequeño. 

¿Recuerdas cuando te confesé que me gusta que me abracen? Entre tus brazos me sentí reconfortado.  

Pensaba desde hace varios días escribirte un mensaje para decirte que del mismo modo que me encantaría cumplir esa promesa de hacer un tour por moteles, también quiero ir a ese lugar de chocolates que te gusta, a una cafetería, o simplemente dormir contigo. Cualquiera sea la opción, creo que lo que disfruto es tu presencia. 

Pensaba desde hace varios días escribirte un mensaje para decirte que del mismo modo que me encantaría cumplir esa promesa de hacer un tour por moteles, también quiero ir a ese lugar de chocolates que te gusta, a una cafetería, o simplemente dormir contigo

Te odio porque eres guapo y porque me odio por no atreverme a decirte que te quiero en mi vida, que me gusta pensar en la idea de gustarte, que ha sido un placer coincidir contigo y que sencillamente me gustas.

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