La Ley de la gravedad también se aplica a los recuerdos

Que los recuerdos pesan ya lo sabemos, podemos intuir que lo hacen. Juegan con el azar y la contingencia. Imagínense contemplando un paisaje: el ligero crujir de una rama, una voz lejana, el viento que roza el rostro, una mariposa blanca que revolotea cerca de nuestro brazo, y de repente, un latigazo nos atraviesa, nos hace viajar al pasado que ahora es presente, nuestro cuerpo se llena de la vida que fue, de lo que pudo ser, de lo que éramos y de lo que soñábamos. Los colores, los sonidos, los olores vuelven, se amplifican. 

Los recuerdos, el fluir de conciencia, lo ligero y lo rígido cimentan la novela Nadar en la oscuridad del escritor, Tomasz Jedrowski, que el pasado otoño publicó en castellano la editorial Dos Bigotes

Una historia acerca de las primeras veces, sobre el fin de la infancia,  el deseo que quema,  la lealtad política, la inocencia y las fronteras que la conforman, sobre los libros que nos salvan, de los lenguajes secretos como forma de supervivencia, de la amistad. Una historia de amor. 

Un amor entre Ludwig y Janusz que surge al final de un verano, en los años ochenta en Polonia, ese país siempre aprisionado en su estatus de estar entre, esa tierra llana e inmensa que ha tenido que mirar con preocupación y recelo a sus gigantes y beligerantes vecinos desde siempre. 

Las tensiones entre el contexto político, social e histórico y la relación de amor entre dos hombres jóvenes que sirve como poderoso símbolo de la difícil relación que ha existido siempre entre las relaciones de los afectos y la macropolítica. 

Las tensiones entre el contexto político, social e histórico y la relación de amor entre dos hombres jóvenes que sirve como poderoso símbolo de la difícil relación que ha existido siempre entre las relaciones de los afectos y la macropolítica.

Lo vivible y lo decible en el contexto de una Polonia bajo la órbita soviética, con un nacionalismo que hierve a presión en lo más subterráneo de una espiral de silencio murmurante y que, al mismo tiempo, convive con un catolicismo de lo más conservador. Leer esta novela es un ejercicio apasionante para observar los estertores del régimen comunista en Polonia en los años ochenta, las ruinas de un sistema asediado por la corrupción, las desigualdades y el hambre. 

Ludwig y Janusz se enamoran; Ludwig quiere huir, Janusz quiere prosperar. Ludwig mira con agonía el entorno, Janusz es más ingenuo y cree que el naufragio es evitable. Janusz y Ludwig se abrazan, se besan mientras afuera las grietas cada vez son más profundas. 

De nuevo, lo personal y político siempre van de la mano. Muchas voces interpelarán al lector de esta novela. Lo mejor y lo peor de la condición humana se encuentran entre sus páginas. 

El trabajo de traducción de Nadar en la oscuridad está a cargo de Bruno Álvarez Herrero y José Monserrat Vicent

Insisto, como siempre lo hago cuando hablo de los libros editados por los amigos de Dos Bigotes, en el maravilloso y hermoso trabajo en el diseño de la colección que realiza cada vez Raúl Lázaro. Muchas gracias. 

Naden en la oscuridad, el corazón se lo agradecerá.  

Puedes hacerte con este libro en tu librería preferida, en la web de Dos Bigotes o aquí.

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