¡ Ay, amigas! Se nos exige estas siempre perfectas. El pelo limpio y sin canas. Depiladas. Cejas según la tendencia dominante. Delgadas, hidratadas, maquilladas y sonrientes, aunque nos estemos cagando por dentro en la estirpe del que tenemos delante. Siempre peinadas y oliendo bien. Vestidas a la moda y, a ser posible, enseñando un poco de carne, que para eso creo el universo las tetas, para que el patriarcado las mirase.
Pero resulta, que aunque intentemos de todo corazón ser sumisas y obedientes, y cumplir cada una de estas exigencias estéticas represoras, que cómo bien explica Naomi Wolf en El mito de la belleza, son herramientas de control ante los pequeños avances de libertades que las mujeres vamos consiguiendo ( ya sabéis, votar y trabajar fuera de casa ¡esas enormes libertades! ), pues el patriarcado es contradictorio y nos lo pone difícil. Ya que ser normativa, es caro, carísimo y nuestra brecha salarial no se yo si nos va a permitir entregar nuestro capital a estos caprichos.
La tasa rosa es un impuesto no explicito aplicado sobre ciertos productos de consumo masivo, siendo más caros en su versión destinada a mujeres que a los hombres. Este coste extra ya lo conocíamos en productos como las compresas o tampones pero también está presente en productos cosméticos.

La empresa idealo.es (un comparador de precios según intereses de compra) ha analizado esta tasa rosa en la parte cosmética destinada a perfumería, y los números no fallan.
En 2018, y tras el análisis de las fragancias más buscadas de 25 marcas diferentes, el estudio de idealo revela que el 73,68 % de las versiones femeninas de estos productos son más caros que su versión para hombres. El precio medio de las fragancias femeninas analizadas es 8 céntimos de euro por mililitro más caras que sus versiones masculinas , lo que supone una diferencia media un 347 % mayor que en 2016.
Este impuesto no afecta solo a España, idealo ha analizado los cien perfumes más buscados en aquellos países en los que está presente (España, Francia, Italia, Reino Unido y Alemania) y sus variantes para hombre y mujer, encontrando la nombrada tasa rosa en todos ellos. Lo que hace que un olor sea más femenino que masculino, es otro tema que daría para mucho hablar.
La diferencia de precios a nivel europeo demuestra que las mujeres siempre salen desfavorecidas en materias de perfumería, con los precios medios de productos femeninos siendo siempre entre un 6 % y un 8 % más caros para las mujeres. El país donde la disparidad de precio es mayor es Francia, donde el coste medio para las mujeres es un 9 % mayor. Alemania, con una diferencia media del 6 % entre la versión femenina y masculina de las fragancias, es el país que se posiciona como más igualitario en materia de precios en fragancias y aguas de colonia.
Para más información: https://www.idealo.es/magazin/precios-tasa-rosa-espana/
Así que ya sabéis amigas, si queréis cumplir las expectativas olfativas del patriarcado sin vaciar vuestras carteras, decantaros por aromas unisex o mejor, usemos todas Varón Dandy, a ver si oliendo como ellos cogen un poco de empatía.

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