Arde Madrid, la serie creada por el matrimonio formado por Anna R. Costa y Paco León y dirigida por este último, es la nueva propuesta de Movistar. Aunque ya ha quedado demostrado con series como La casa de papel o Las chicas del cable que la ficción patria tiene mucha fuerza, Arde Madrid aporta aspectos novedosos que además, nos han encantado.
Está ambientada en el verano de 1954, época en la que Ava Gardner residía en Madrid, en un edificio señorial de Puerta de Hierro con vecinos tan famosos como el General Perón o Blas Piñar (imaginaos esas reuniones de la comunidad…). Sus fiestas y encuentros sexuales eran la comidilla de los mentideros del corazón de entonces…
La actriz fue una adelantada a su época: ya en Hollywood su manera de entender la vida y las relaciones eran escandalosas, así que en España era tratada, directamente, como si fuera el mismísimo demonio. En la piel de Ava se ha metido una espectacular Debi Mazar, que afirma que siempre se ha sentido identificada con el personaje, no solo por su poderoso físico, sino también por su forma de entender la vida, ya que Debi era una habitual de la movida newyorkina de los 80, y entre su grupo de amigos íntimos cuentan Madonna, Nick Cave, New Order o los Beastie Boys.
La serie está narrada desde el punto de vista del servicio doméstico de la diva, y cuenta la historia de Ana Mari (Inma Cuesta), una mujer con diversidad funcional debido a la Polio, instructora de la Sección Femenina de la Falange, que entra a trabajar en casa de la Gardner fingiendo un falso matrimonio con Manolo (Paco León), para espiar los posibles movimientos comunistas y en contra del régimen de Franco que podían acontecerse en el hogar.

A través de la vida de Ava y su entorno, los diversos personajes de la serie van creciendo, replanteándose sus creencias y necesidades y aprendiendo una nueva visión del mundo y de sí mismos.
Los personajes principales, que entre a los ya mencionados debemos incluir el de la otra sirvienta, Pilar (Anna Castillo), están magníficamente interpretados, pero cabe destacar la genial dirección de actores que hace que personajes secundarios -e incluso esporádicos- brillen en sus secuencias con luz propia, como es el caso de Carmen Machi (te da un ataque de risa cada vez que la oyes gritar ¡Arriba España!) o Helena Dueñas, la desternillante asistenta de los Perón. Además, puedes pasar un rato entretenido localizando a Melody (sí, sí, la de los gorilas), que interpreta a Carmen Sevilla, a Eugenia martinez de Irujo dando vida a su propia madre en el bautizo de primogénito de Lola Flores, o a Sylvia Superstar como asistente yeyé a las fiestas de la Gadner.
Las mujeres en Arde Madrid son las protagonistas. Ava sirve como inspiradora y bruja buena de su propio aquelarre, abriendo los ojos a una vida mejor a todas las féminas que van entrando en su vida.
Sólo, (ojo, minispoilers), el discurso feminista del personaje de Ana Mari en el último capítulo de la serie merece que te la veas entera. Que arda Madrid ¡y que nosotras lo veamos!