‘CAM’: si ‘Alicia a través del espejo’ fuese una peli de terror ‘millennial’

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Una de las últimas novedades de Netflix que más está dando de qué hablar es CAM, la ópera prima del director Daniel Goldhaber que viene con sello de garantía Blumhouse. Es una peli sorprendente por muchos motivos, y el primero es puramente feminista: la protagonista es una camgirl (es decir, una chica que trabaja ofreciendo shows porno online) y, oh sorpresa, en ningún momento de la película es juzgada por ello. Empezamos bien entonces.

La cinta gira alrededor de Alice (Madeline Brewer, sí, una de nuestras maids favoritas de El cuento de la criada, que tarda menos de un minuto de metraje en autorreferenciar su personaje en la serie), que trabaja bajo el nick Lola_lola en un portal donde las chicas, mientras interpretan sus shows, van recopilando propinas de los usuarios y ascendiendo en un ranking de popularidad. Toda su ambición es entrar en el top 50, y parece que está dispuesta a cualquier cosa. Una mañana, tras haber emitido la noche anterior un show junto a una de sus compañeras en el que prácticamente pierde la consciencia por usar un vibrador megapotente, la protagonista ve cómo han hackeado su cuenta y una chica exactamente igual a ella -y en una casa exactamente igual que la suya-, emite en directo desde su canal.

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En esta escena hay un juego de espejos y luces que ríete tú del camerino-vestidor de Chiara Ferragni.

Y es aquí donde todo empieza a distorsionarse. La nueva Lola_lola asciende en el ranking cada vez más deprisa, rompiendo todas las normas que Alice siempre ha mantenido a la hora de trabajar, mientras la buena no es capaz de demostrar que realmente no es la verdadera quien está delante de la cámara. Con un ambiente claustrofóbico en el que casi todas las escenas se desarrollan en habitaciones pequeñas, cerradas y oscuras y una estructura algo compleja, CAM refleja a la perfección una (en ocasiones) exagerada obsesión con el mundo online y con el número de likes (tantos tienes, tanto vales). Viéndose a sí misma desde fuera y sintiéndose cada vez más incapaz de recuperar su identidad en la red, Alice entra en una espiral de desesperación en la que su tensión y su angustia se pueden cortar con cuchillo y tenedor.

La cinta está escrita por Isa Mazzei, una ex-camgirl sin previa experiencia en el cine que ha sabido mostrarnos su antigua profesión encontrando para ello el perfecto equilibrio entre un personaje femenino y fuerte y una industrial tan patriarcal como la pornográfica. En CAM no mandan los clientes, estos solo son avatares; aquí mandan las chicas. Ellas deciden cuándo emiten, ellas guionizan sus shows y, lo más importante, solo ellas tienen claro hasta dónde están dispuestas llegar.

Te la recomendamos si: te gusta algo más de David Lynch que su pelazo.

No te la recomendamos si: buah, chaval, Cisne negro me rayó mazo.

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