
Qué bien vende su mierda Netflix, señores. La casa de papel pasó más o menos sin pena ni gloria por Antena 3, dio el salto a la plataforma digital, donde se ha podido ver en más de 100 países, et voilà, en pocas semanas se ha convertido en la serie de habla no inglesa más vista. Así que ha tocado darle una oportunidad. Y oye, qué bien.
Aún recordamos ver las promos de Atresmedia y pensar en el perezote que sería ver cómo Úrsula Corberó atraca a golpe de metralleta, pero La casa de papel es mucho más que una actriz mona con talento limitado poniendo caritas de tipa dura. Que también. Pero resulta que, además, es un elenco cojonudo, unos personajes que van evolucionando de manera vertiginosa, un cerebro de la trama supercarismático (HAMAMOS al profesor), una negociadora torpona con la que es imposible no identificarse y unos rehenes a los que, a veces, también querríamos matar.

Por si alguien vive en una cueva sin Internet y aún no sabe de qué va, la serie narra la historia de unos ladrones que deciden dar un golpe loquísimo: se encierran en la fábrica de moneda y timbre para imprimir su propio dinero, porque de esa manera no le están robando a nadie. Apenas se conocen: el profesor (que controla todo desde fuera) les ha fichado uno a uno, les ha adiestrado solo durante los cinco meses previos y, entre ellos, utilizan nombres de ciudades para no tener mucha información los unos de los otros.
Vaya por delante que no es una serie sesuda, ni de lejos. Es algo ligerito, ideal para ver a ratitos libres, con una trama que engancha, un punto más que correcto de acción y unas dosis muy acertadas de comedia (máxima ternura Denver y la conversación sobre el Síndrome de Estocolmo).

Son un grupo de ladrones con los que, sin duda, nos encariñamos desde el principio y, aunque la serie empieza con la historia de Tokio (Úrsula Corberó),según van avanzando los capítulos no es ni mucho menos el personaje con más peso. No hay que perder de vista a Berlín…
Otra de las grandes sorpresas de la serie ha sido Alba Flores, que interpreta a Nairobi. Es una mujer con las ideas claras, súper feminista (¡¡ahora empieza el matriarcado!!), que no se deja achantar por ninguno de sus compañeros. Ah, y gracias a Nairobi y a Tokio, ¡la serie pasa el test de Bechdel!
En definitiva, que La casa de papel es un serión que merece la pena ver. En total son 15 capítulos, 9 la primera temporada y 6 la segunda; y ya se ha anunciado que rodarán la tercera entrega por lo que, tendremos Profesor y Bella, ciao para rato.
Lo de HAMAMOS con H es un juego de palabras? porque no lo he pillado y como falta de ortografía, así en mayúsculas… es como para despedir a alguien. En mi carrera por una de esas suspendías la asignatura
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Está en mayúsculas. Es una broma. Saludos!
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