Hace dos días, el diario ABC colgaba en su web una noticia sobre Eva Longoria sin maquillaje, calificando su aspecto de «preocupante». Noticia que, por cierto, editaba a las pocas horas suavizándola un poco y dejándola tal que así. En el texto original, el diario se mostraba visiblemente consternado (ejem) porque el físico de la actriz y productora de Hollywood que ha sido madre hace tan solo dos meses, no era el habitual. Que oye, lo mismo influye que cuando eres madre pasas por una maravillosa época de hormonas locas en las que todo te suda el coño y si no quieres maquillarte no te maquillas. IGUAL ES POR ESO.
En la noticia, por muy retocada que esté, se ve cómo el medio culpabiliza de alguna manera a Eva por no preocuparse por su imagen, y más sabiendo que los paparazzis la esperaban a la salida del restaurante donde fueron tomadas las fotos. Pero no es la primera vez que ABC carga directamente y sin piedad contra nosotras: en junio, más o menos cuando Eva estaba dando a luz o a punto de ser mamá, ya se nos echaba la culpa de la bajada de natalidad por, simplemente, querer ejercer nuestro derecho a tener hijos o no, ¡y lo hacían a través de un publirreportaje pagado por una conocida clínica donde se llevan a cabo tratamientos de fertilidad!
Pero a lo que vamos: ¿por qué las imágenes de una mujer con un aspecto diferente al que nos tiene acostumbradas tiene que ser preocupante? ¿A quién le preocupa eso? Sabemos que el ABC es un diario lleno de señoros tomando decisiones y que en sus versiones web todos los medios tienden a ser más laxos en su contenido que en sus ediciones en papel por aquello de ganar clics a toda costa, pero no es justificación alguna para atacar de forma gratuita a una mujer que ha salido a cenar con sus amigos solo por mostrar su rostro al natural. Además, poniéndonos puntillosas (que a puntillosas no nos gana nadie), nos atreveríamos a decir tras ver las imágenes en altísima resolución, que Eva sí que iba maquillada: atisbamos una base de maquillaje translúcida, algo de colorete y máscara de pestañas. Pero eh, que vaya como le salga del toto, que por algo le ha salido del toto algo muchísimo más importante hace escasas semanas.
En definitiva: que el periodismo está muy mal, que todos los que nos dedicamos a esto lo sabemos, y que en lo digital el clic prima sobre todas las cosas ya que, a más visitas más publicidad y más dinerito; pero hacer que te preocupas por el aspecto de una mujer que acaba de dar a luz par aganar audiencia está muy feo. Señores, lo que hay dentro de vuestra cabeza nos preocupa más que la cara sin maquillar de Eva Longoria.
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