No es sólo una idea, es una emoción, un oleaje, el ímpetu de la historia al hacerse. Es un momento liminar, un momento entre mundos que es un mundo en sí mismo.
La vida que ya nunca más será; ese instante que lo convierte todo en pretérito. Los minutos después del desastre y cómo escribir sobre ese silencio que lo cubre todo después del acontecimiento que arrasa con todo. Los cuerpos a la intemperie, los ojos que se abren sin saber bien, sin querer fijar del todo la mirada en ese nuevo mundo que la fractura de lo imposible ha creado. El resto, los añicos.
La editorial Capitán Swing acaba de publicar hace apenas unas semanas la edición en castellano del libro de la escritora norteamericana Rebecca Solnit: Un paraíso en el infierno. Un libro grande en todos los sentidos. Un ensayo que se desplaza con soltura en el análisis de la historia, la sociología, el periodismo, el estudio de los movimientos sociales que surgen alrededor del desastre, de las calamidades. Solnit es una de nuestras escritoras preferidas en Killed by trend -nuestra casa virtual-, lleva mucho tiempo siéndolo, desde que en el año 2015 la descubrimos gracias, de nuevo, a la editorial Capitán Swing, cuando editaron su magistral y, siempre, necesario libro Wanderlust. Una historia del caminar.

Quizá, el infierno está sobrerrepresentado en nuestro imaginario cultural, frente a un paraíso mucho más anodino. Y es más que probable que esa abundancia de horrores, de aislamiento, de competitividad, de soledad y de espíritu pesimista hobessiano no sea inocente, nada lo es. En sus años de investigaciones, Rebecca Solnit ha descubierto que los desastres son cursos intensivos de identificación de conexiones.
Es en los momentos de grandes cambios cuando observamos con renovada lucidez los sistemas -políticos, económicos, sociales, ecológicos- en los que estamos insertos y cómo se transforman a nuestro alrededor: vemos lo que es fuerte, lo que es débil, los elementos corruptos. Lo que importa y lo que no. Despejar cuáles son aquellos vínculos que importan es tarea profundamente revolucionaria. Nuestra vulnerabilidad tras todo lo que hemos vivido juntos durante los últimos meses hace que la lectura de este libro sea una forma oportuna de recordarnos de qué manera la solidaridad, la empatía, la ayuda mutua y lo comunitario lo logran todo en momentos de crisis, de cambio y de ruptura. También es crucial comprender cómo nos sobreponemos a las circunstancias, de dónde vienen los obstáculos y qué nos impide ver nuestras capacidades.
Es en los momentos de grandes cambios cuando observamos con renovada lucidez los sistemas en los que estamos insertos y cómo se transforman a nuestro alrededor: vemos lo que es fuerte, lo que es débil, los elementos corruptos. Lo que importa y lo que no
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En este mapa de la utopía que escribe Solnit viajaremos por San Francisco, México, Lisboa, Nueva York, Nueva Orleans, Nicaragua, París. Descubriremos la esperanza y la confianza en las voces de personajes fascinantes, y ya heroicos, como: Piotr Kropotkin, Samuel Prince, Dorothy Day o Gioconda Belli. Estamos fatigados, exhaustos, cansados de todo lo que nos ha pasado estos últimos meses. Es buen momento de recogerse, de parar un poco y de leer este libro. Hemos comprobado que las distopías que abundan en los libros, películas y series pueden convertirse en realidad. Es el momento de fijar la mirada en la utopía, en otras utopías que fueron posibles, en la política afectiva, la horizontalidad, para que la sociedad civil sea consciente del potencial inmenso que tiene entre sus manos. Nuestra piel pronto volverá a tocarse. Construyamos el paraíso. El libro de Rebecca Solnit les servirá de aliento.
Great bloog post
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