Hace un mes mi hije quiso pintar a todos sus compañeros de clase, un acto de amor y detalle que nos embarco en un fin de semana de revisar fotos , ver las pinturas de las que disponíamos y los diseños capilares que llevaban cada uno para completar nuestro objetivo.
Llegado el momento de dibujar las caritas de los niños y las niñas de la clase vimos que estábamos muy limitados : marrón, negro o rosa claro eran nuestras únicas opciones y no se asemejaban para nada con la realidad plural del aula del colegio.
Como una de las características de la maternidad es afinar el ingenio, empecé a buscar, ya que me sonaba algunas pinturas creadas con este fin – una que no es aficionada a la pintura no esta al tanto de todas las novedades – recordé unas pinturas de la marca Giotto, donde había disponibilidad de más colores de piel para la representación de todo el alumnado de la clase.
Después apareció este twit de la actriz y cómica Asaari Bibang:
Parece algo trivial, pero es muy triste sentir que no puedes verte representado, que el color de tu cuerpo, la forma que tiene , tus capacidades intelectuales , cuestiones que has elegido o no, no forman parte de la conformación estética y visual del mundo.
Opté por hablar con la profesora del curso y llevar un paquete de pinturas para que el alumnado dispusiera de él en el aula, ella me confirmó que alguna vez a la hora de hacer autorretratos estas criaturas, de tan solo cuatro años, no habían encontrado un color con el que representarse, y me pareció tristísimo.
¿Como vas a encontrar tu sitio en el mundo si nada de lo que aprendes sobre él se parece a ti?
Las pinturas colores tonos de piel las producen varias marcas y aunque obviamente no incluyen todas las tonalidades – todos tenemos nuestros matices – da doce opciones diferentes a la hora de dibujar, representar y representarse .
Más allá del racismo institucional – que existe- muchas veces la falta de costumbre de incluir aquello que es diferente a nosotros o a lo que estamos acostumbradas hace que los racismos y los microracismos sigan pululando en entornos educativos o – a priori- inclusivos. A veces cambiar el punto de vista de nuestras criaturas e integrarlas , hacer sentir que pertenecen y que conforman un mundo plural donde hay espacio para todas, todos, todes es tan sencillo como comprar una caja de pinturas, un grano de arena en la playa, pero un paso al fin y al cabo hacia una educación más plural y justa.
Si una caja de doce pinturas puede hacer que una solo criatura no sea víctima o causa del racismo , merece la pena intentarlo.
Podéis ver las pinturas de estas características de diferentes marcas aquí
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