Los 10 capítulos más locos de la historia de la belleza

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La historia de la belleza está llena de curiosidades que dejaría con la boca abierta (o le darían arcadas) a más de uno. A lo largo de los siglos, tanto mujeres como hombres han seguido a pies juntillas la moda que tocaba, de hecho, ha habido épocas donde el maquillaje estaba especialmente destinado a los hombres… y no nos referimos a las participantes de RuPaul’s Drag Race. Así han sido muchos rituales beauty a lo largo de la historia…

  • El maquillaje siempre ha estado destinado a las clases altas: realeza, nobleza y pijerío con poder. Las mujeres de a pie empezaron a preocuparse por verse más guapas a raíz del nacimiento del cine. Los escaparates de los primeros centros comerciales  a finales del XIX y ver las primeras películas en cine mudo, donde las actrices lucían labios rojos (aunque ellas los viesen negros) y sombras azules (que en la pantalla se veían grises) levantó las envidias de miles de mujeres. Era cuestión de tiempo que este tipo de productos llegasen a las tiendas… y así fue. Un tal Maximilian Faktorowicz, maquillador del ballet ruso de aquella época, puso la primera piedra de lo que hoy es el imperio Max Factor.
  • Cleopatra, además de bañarse en leche de burra, se fabricaba sus propias barras de labios. Y las preparaba con una receta muy sencilla: cochinillas mezcladas con cera o grasa. Sí, la reina egipcia más famosa del mundo se untaba el morro con bichos muertos machacados. Era un poco asqueroso, pero mucho más duradero que las barras que tenemos hoy, incluso las permanentes.

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    ¿Tengo restos de cochinillas entre los dientes?
  • Coco Chanel, además de revolucionar la moda del siglo XX, revolucionó la belleza. Puso de moda la piel bronceada, diseñando bañadores que enseñaban las piernas y apareciendo ella misma con un tono dorado de piel muy diferente al blanco que llevaban todas. Creando bien de hype ahí.
  • A finales del siglo XVIII, un señor muy inteligente y majo del Parlamento Británico dictaminó que, si una mujer llevaba los labios pintados, es que era una bruja y podía ser juzgada como tal (o sea, directamente a la hoguera o a la guillotina, según el gusto personal del juez de turno). Eso es, literalmente, estar guapa hasta la muerte. ¿Cuántas mujeres pudieron morir por el trauma de ese descerebrado?
  • El ideal de mujer de la Grecia clásica era una fémina con la piel clara y el pelo rubio. Así que las morenas tuvieron que buscarse la vida, e inventaron un aclarante de pelo a base de arsénico. Los griegos eran muy avanzados y pensaban mucho, pero a Platón o a Sócrates se les podría haber ocurrido una inspección de sanidad y parar semejante barbarie…
  • El corsé fue la pesadilla del siglo XIX: En esa época había un modelo de belleza un pelín rarete… las cinturas debían estrecharse al máximo, pero los brazos debían verse rollizos. Las mujeres se apretaban tanto el corsé que en ocasiones este les causaba deformación de órganos internos y problemas intestinales.

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    Aprieta un poco más, que el intestino aún puede funcionar con normalidad…
  • Durante el siglo de oro español (el XVII, también llamado el siglo de las luces), la moda era lucir un cutis de porcelana, blanco y sin imperfecciones. Y para conseguirlo, llevaban a cabo un procedimiento que nos hace pensar que eso de siglo de las luces se lo podrían haber ahorrado… ya que la gente pensaba que comer arcilla aclaraba la piel. A lo mejor fue el primer nutricosmético de la historia, vete a saber, pero el caso es que causaba anemias y alteraba gravemente el ph de la piel. Por no mencionar que, además, es asqueroso.
  • La fórmula matemática de la perfección: Un doctor de la Universidad de Texas, entre burrito y burrito, creó una fórmula matemática para determinar el cuerpo femenino 10, y lo llamó “cociente de atracción física”, CAF. Se halla dividiendo el perímetro de la cintura por el de la cadera, y afirma que el resultado ideal es 0,7 (70cm de cintura y 90 de cadera). Lo sentimos mucho por Barbie, su CAF es de 0,54, por lo tanto, no es perfecta. Y lo sentimos también por el resto de mujeres del mundo ¡porque no somos una puta fórmula matemática!
  • La obsesión de las mujeres japonesas en la antigüedad era llevar el pelo lo más largo posible. Lo ideal, dicen, era medio metro por debajo de la cintura. Lo que me lleva a pensar dos cosas: con lo pequeñas que eran seguro que se lo pisaban, y que la niña de The Ring no es tan rara como parece.
  • En la época dorada de la corte francesa, los hombres iban mucho (pero mucho) más maquillados y emperifollados que las mujeres. Los zapatos altos eran símbolo de masculinidad y poder. María Antonieta, la reina más trendy, llevaba la cara cubierta con una plasta a base de grasa y harina (o huesos molidos) para lucir el cutis más blanco de la época. Todos llevaban los labios pintados y algún lunar, generalmente hecho con terciopelo. Las pelucas estilo gato acostado eran un must, mientras más altas fuesen y más rizos blancos llevasen, mejor. Puede que sea la época histórica donde más se maquillaban y perfumaban, pero el agua no la tocaban ni en las copas. Se dice que Luis XVI no se lavó nunca la cabeza. Total, si se la acabarían cortando…

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    María Antonieta: antes muerta (en la guillotina) que sencilla.

Luis, guapi, te pasamos nuestros manuales de uso para el champú en seco, que te hubiera venido fenomenal. Tienes la primera y la segunda parte aquí y aquí.

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