La mirada partida de Raffaella Carrà observa desde la portada diseñada por Raúl Lázaro para Esta sí tenemos que bailarla, texto escénico del prolífico Nando López publicado el pasado mes de febrero por la Editorial Dos Bigotes, que da comienzo con la salida de las dos protagonistas de una no tan fantástica fiesta, organizada como punto de reencuentro de sus antiguos compañeros de instituto.
Con esta premisa, dos mujeres de poco más de cuarenta años abandonando una fiesta en la noche madrileña, la historia planteada por el novelista y dramaturgo sitúa al lector (y al espectador) ante un ejercicio de nostalgia en el que los personajes deambulan, física y figuradamente, por un conjunto de escenas en las que no consiguen encontrar la comodidad y la tranquilidad de una zona de confort. ¿Están donde quieren estar? ¿Han alcanzado alguna de sus aspiraciones personales o profesionales? ¿Han vivido experiencias que realmente merezca la pena rememorar?
Un ejercicio de nostalgia en el que los personajes deambulan, física y figuradamente, por un conjunto de escenas en las que no consiguen encontrar la comodidad y la tranquilidad de una zona de confort.
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A lo largo de las páginas en las que se desgrana la conversación entre ellas, el autor plantea temas, siempre en tono mordaz, como las masculinidades, la maternidad, los cuidados o la desigualdad en las oportunidades derivadas de la clase social, contando para desgranar estos temas con las propias Eva Egido y Rocío Vidal, actrices que dan vida a las protagonistas y que participaron en el taller del que surgió este texto, escrito a pie de escena.

Esta sí tenemos que bailarla es un paseo nocturno por la incertidumbre, por una ciudad hostil, la de la «libertad», que parece ajena a estas dos mujeres que, por momentos, se sienten fuera de su tiempo, de una época que, sin ser mejor, estaba llena de posibilidades que ahora aparecen como irrealizables, descartadas, arrolladas por las circunstancias o, en definitiva, por la vida. Pero es un paseo, un baile teatral, en el que el lector no perderá en ningún momento la sonrisa, acompañando a estas dos mujeres a través de sus referencias cinéfilas, cargadas siempre de sarcasmo, y anhelando reconocer alguna canción de garito en garito, un vestigio de un yo pasado al que liberar, dejando atrás preocupaciones y abrazando la incertidumbre del futuro como una posibilidad.
Y bailar.
Puedes hacerte con este libro en tu librería favorita o en la web de Editorial Dos Bigotes.