Ruth Bader Ginsburg, la jueza y jurista estadounidense, famosa por su lucha en la igualdad legal de género está de moda.
El pasado marzo se estrenó la película basada en su vida On the basis of sex ( traducida en castellano como Una cuestión de género) protagonizada por la oscarizada Felicity Jones y con guion del sobrino de la propia Ruth Bader ( que hace además una pequeña aparición). Además del siempre presente filtro hollywoodiense de este tipo de películas, para quienes la hayáis visto y no conocierais previamente al personaje, la sensación de familia perfecta y dulcificada y de mujer con días de cuarenta horas te hace pensar hasta qué punto el film es fiel a la vida de la jueza.
Movistar ha estrenado un documental sobre Ruth Bader Ginsburg titulado RBG. Dirigido por Julie Cohen y Betsy West está nominado al mejor documental en los Oscars 2019 y también opta a mejor canción original por I’ll fight de Jennifer Hudson. Si la película se te ha quedado corta y hay algunos datos que quieres contrastar, este documental es la opción ideal para ver la historia de esta importante mujer dentro de la lucha por la igualdad de género.
Ruth Bader Ginsburg además es todo un icono pop, circulan multitud de memes por las redes de cada una de sus intervenciones, recogidos en un tumblr y posterior libro sobre su vida que le ha acuñado el sobrenombre de Notorious RBG.
Ruth tiene días con más horas que los tuyos y los míos. Después de graduarse en la Universidad de Cornell en 1954, se casó con Marty Ginsburg y poco después, tuvo su primer hijo. Mientras estaba embarazada, la bajaron de categoría en su trabajo en una oficina de seguridad social. Esa experiencia la llevó a ocultar su segundo embarazo años más tarde.
Perteneció a la primera generación de mujeres de Harvard, donde sólo había nueve féminas, y lidió con sus estudios, su maternidad y la enfermedad de su marido durante esos años. Durante ese periodo de máxima entrega, Ruth Bader adquirió un ritmo de trabajo insostenible para la mayor parte de los mortales, iba a clase por las mañanas , cuidaba de su hija y su marido enfermo por las tardes, y por las noches transcribía los apuntes y deberes de ambos.
Gracias a su esfuerzo y dedicación consiguió una doble licenciatura en derecho, en Harvard y en Columbia, donde también se matriculó debido al destino laboral de su marido que consiguió graduarse con su ayuda tras superar su enfermedad y conseguir un trabajo en un prestigioso bufete newyorkino.
Pero la abogacía de aquel entonces no estaba preparada para Notorious RGB y pese a su preparación y sus esfuerzos tuvo que conformarse con dedicarse a la enseñanza, como profesora en la Universidad Rutgers , dando algunas de las primeras clases de mujeres y derecho.
Fue cofundadora del Proyecto de Derechos de la Mujer en la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos, donde en 1973, se convirtió en la asesora general. Ahí comenzó su batalla en contra de los casos de discriminación de género, llevando seis de ellos a los tribunales de los que ganó cinco.
Su agudeza destacó en darle la vuelta a la tortilla, y utilizar un caso donde un hombre era discriminado por cuestión de género para demostrar desde el punto de vista de ese varón lo ridícula de esa ley; y así sentar precedente en favor de todas las solicitudes posteriores. Un hombre que solicitaba la pensión de viudedad de su esposa, fallecida durante el parto. Se había dedicado a la crianza de su hijo durante sus primeros meses y la ley decía que al ser hombre, no tenía derecho a dicha pensión porque debería estar trabajando.
Ella es la más veterana de la tres mujeres que actualmente ocupan una plaza en el Tribunal Supremo de Estados Unidos , del que forma parte desde 1993. A pesar de ser un icono pop, de haber demostrado con creces su activismo legal ante la desigualdad, y de haberse pronunciado numerosas veces en contra de las decisiones del Tribunal Supremo con su ya popular I dissent ( yo disiento), no se ha librado de las críticas.
Criticas por su feminismo institucional, por sus amistad intima con uno de los jueces del Tribunal más conservador y radical, y por haber criticado al gobierno de Trump desde su posición. Que, aún teniendo razón, tuvo que pedir perdón, lo que también se criticó.
Una vida apasionante dentro del mundo de las leyes y plena a nivel personal. Porque aunque nos llame la atención el poder de la mercadotecnia y de cómo su figura se ha convertido en tazas y camisetas, no hay que olvidar que esta mujer ha hecho mucho por los derechos civiles en Estados Unidos. Además de escribir libros, colaborar en muchos medios y escribir artículos como este, de hace ya algunos años, donde daba las claves para criar de forma feminista.
Aunque Notorious RGB acaba de cumplir 86 años, y a pesar de que el año pasado sufrió una aparatosa operación para eliminar un cáncer que padecía, no tiene ganas de retirarse. Parece estar casada con las leyes hasta que la muerte les separe. Para conocer mejor la historia de Ruth Bader Gainsburg puedes hacerte con el libro Notorious RBG: The Life and Times of Ruth Bader Ginsburg o con la biografía redactada por ella My Own Words.