El Ángel, la película dirigida por Luis Ortega, relata la historia de Carlos Robledo Puch (interpretado por el debutante Lorenzo Ferro) , el asesino en serie más famoso de la historia de Argentina. Sus crímenes, cometidos entre 1971 y 1972, fueron una colección de robos, asesinatos a sangre fría y violaciones y llevados a cabo con un cómplice (Chino Darín, en la película) de quien , según la interpretación de la película, el Ángel estaba enamorado.
La historia se relata desde un punto de vista romántico, mitificando a el criminal, y nos recuerda al cine quinqui de los primeros años 80 en España. Este cine, dentro de su marco social, surgió como parte de las reivindicaciones identitarias en la época de la transición, la situación de inestabilidad económica y social y la entrada de la heroína en el marco de la sociedad española. En él aparecían normalmente chicos muy jóvenes, casi púberes, (como la del actor y delicuente Jose Luis Manzano) y que se ven envueltos asesinatos, drogas y otros vaivenes de la vida. Películas sin final feliz pero que son un canto al carpe diem criminal.

Lo que más llama la atención de El Ángel es que no tiene unos motivos aparentes, viene de una familia humilde pero estable y sus crímenes no persiguen mejorar su posición. Busca activamente relacionarse con criminales para seguir cometiendo crímenes de forma natural.
Como trasfondo en la película existe la contenida historia de amor entre los cómplices y protagonistas, en un momento en que la homosexualidad en Argentina estaba totalmente vetada; y las miradas, los roces y la tensión entre ambos están interpretadas magistralmente por Chino y Lorenzo.
La productora El deseo, que coproduce esta cinta, deja ver su huella en los ambientes de las casas de la época, en los interiores y en ese color de los fotogramas tan característico de los hermanos Almodóvar.
Mención especial a la música de la época y la psicodélia yeyé que forma la banda sonora. Un viaje a través del crimen y el despertar del deseo y la juventud en una Argentina aún confiada con la seguridad de sus casas. Auténtico cine quinqui con adolescentes de clase media que ignoran las consecuencias de sus acciones.