Esta semana tenemos la oportunidad de disfrutar en Madrid y en Barcelona, de la mano de Voss Events y organizado por Locamente Producciones, de la visita del espectáculo Werq the World Tour, la gira mundial de las participantes -ganadoras y no tan ganadoras- del cada vez más popular talent show Rupaul’s Drag race.
Anoche la cita fue en el teatro Barceló de Madrid. Las entradas para VIPS -que incluían un meeting con las estrellas, un póster del evento y acceso prioritario al teatro- y no tan VIPS se agotaron en pocas horas, y la organización se vio obligada, debido a la demanda a abrir una segunda fecha en Madrid, además de la de Barcelona.
Pues allí estábamos nosotras, con nuestras mejores galas, en primera fila esperando a que empezase el sarao. La maestra de ceremonias en esta ocasión fue Bob The Drag Queen que, aunque en principio no era de nuestras favoritas, se hizo con el público gracias a su rapidez mental, a su sarcasmo y a sus juegos de palabras que nos tuvieron la mandíbula desencajada durante todo el show.
Comenzaron con un desfile de las participantes de esta cita: Kim Chi, Detox, Valentina, Shangela, Farrah Moan, Latrice Royale, Milk y Bob The Drag Queen en trajes de diferentes nacionales haciendo alarde de sus impostados orígenes.

La primera en salir a escena en solitario fue Kim Chi, que volvió a demostrar que el baile y el lipsync no es lo suyo, pero nos da igual y se lo perdonamos todo porque solo verla en directo con su timidez y su estilismo, merece la pena.
Farrah Moan nos deleitó con un espectáculo burlesque en el que -en escasísima ropa interior- parecía más mujer biológica que cualquiera de nuestra pandilla. La tuvimos tan cerca que nuestro ojo clínico detectó que se le veía la cinta americana asomando de ahí.
Valentina, a continuación, se sinceró con el público sobre lo importante que había sido para ella poder venir a España y de cómo, un periodista le había regalado un autógrafo de Isabel Pantoja -su ídolo- que la había emocionado profundamente. Su lipsync de Se me enamora el alma fue uno de los grandes momentazos de la noche.

Tras el descanso y un concurso con improvisados participantes del público que resultó divertidísimo apareció Detox, con un espectáculo entre el sado y el burlesque que nos dejo atónitas… a nosotras y al resto del teatro… ¡no se oía un suspiro!
Por supuesto, mención especial al grupo de baile que acompañaba a las artistas en todas las coreografías, que estuvieron geniales en todo momento, con y sin camiseta (ay, omá).

Milk convirtió su belleza masculina (y qué belleza masculina) en excentricidad femenina bailando en un traje que imitaba un cuerpo humano musculado, y se iba desnudando por capas hasta terminar con unas lentejuelas que simulaban un sistema sanguíneo de lo más chic.
Latrice Royale fue de las más aplaudidas y esperadas, con un espectáculo de rap con el que, entre su prominencia y sus movimientos, llenó el escenario. En persona impresiona mucho el tamaño que tiene. Muchísimo.
Vimos también por qué Shangela es la más repescada de todo RuPaul’s Drag Race… lo dio en el escenario, bailando a nivel de su propio grupo de baile en un momento más cercano al Moulin Rouge que a un espectáculo drag.
El número final fue apoteósico: salieron todas vestidas de lentejuelas rojas y bailaron los temamos que más suenan en el programa… y lo hicieron a la vez interactuando con el público, que estaba flipándolo y pasándolo pipísima.
Hubo cantidades de humor, simpatía, alegría y generosidad por parte de estas superestrellas que han llevado el movimiento drag -de la mano y enseñanzas de mamá Ru- un paso más allá. Ya no quedan entradas para Barcelona ni para la segunda cita de Madrid, pero desde luego que, si el año que viene vuelven por aquí, las estaremos esperando con los brazos abiertos y las pestañas postizas bien puestas.
¿Aún no sabes de que estamos hablando? Pues si te faltan razones para engancharte al star system de las drags queens y de los sueños cumplidos, aquí te damos algunas razones para que lo hagas:
– Los hombres que amaban a las mujeres: Dicen que la sexualidad que no es para consumo heterosexual masculino no está bien vista. Cada participante de Rupaul’s Drag Race saca lo mejor de si mismx. Son la versión atractiva y cuidada de la mujer que quieren ser, aderezada de charisma, uniqueness, nerve and talent, como reza uno de los lemas del programa.
– Body positive: Aprendes más de autoestima y aceptación en un sólo programa de RuPaul que en veinte revistas femeninas de los últimos diez años.
- Perseverancia: Si ves los casting antiguos te das cuenta de lo mucho que algunas de ellas han trabajado hasta llegar allí. La suerte no existe, existe el trabajar por cumplir un sueño en una sociedad que no permite que algas del tiesto de los roles que tiene establecidos para ti.
- Filosofía urbana: Ahora los fans tenemos todo el día en la boca frases del tipo «Not today, Satan», «Paaaaaarty», «No T, no shade, no pink limonade», «Backrolls» y un sinfín de reflexiones que han pasado a la cultura pop colectiva.
Una pena no haber ido, pero con esta supercrónica (descripción de vestidos, números musicales, momentazos de la noche…) me doy por satisfecha.
Eso sí, hasta el año que viene, porque ¡no me la pienso perder!
YASSSSS
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