Dead to me es una serie de géneros híbridos que ha resultado una agradable sorpresa : comedia, thriller, drama familiar y sobre todo variadas y profundas capas de analísis del duelo y de la amistad entre mujeres en la edad adulta. Creada por Liz Feldman, su principal magia es la química entre sus dos actrices protagonistas: Christina Applegate y Linda Cardellini y de sus personajes, con los que es fácil identificarse.
La historia trata sobre Jen (Christina Applegate), una madre con un fuerte problema de gestión de la ira que se queda viuda cuando su marido es atropellado por un conductor que huye de la escena del crimen. Durante la asistencia a un grupo de duelo para intentar superar la pérdida, conoce a Judy (Linda Cardellini), una peculiar y optimista mujer con la que entabla una profunda amistad donde las une más cosas de las que ambas creen a priori.
En capítulos muy digeribles de apenas 30 minutos, vemos evolucionar las distintas tramas de la historia; el viaje personal desde el duelo de Jen, la relación con sus hijos, la amistad con Judy, la necesidad de seguir adelante, el thriller que acompaña a la muerte de su marido…Es una serie donde no hay buenos ni malos, donde ningún comportamiento es cuestionable y donde se muestran las distintas y complejas capas emocionales que todos tenemos ante cualquier situación.
A un escaso mes de su estreno, Netflix ya ha confirmado una segunda temporada de esta comedia negra, así que en breve podremos seguir viendo y viviendo las peripecias de estas dos mujeres unidas por la tragedia.