Nereida Fau es una artista conocida por haber sido líder, compositora y cantante del grupo Los Seis Días y por su posterior carrera en solitario. Tras cinco años fuera de la escena musical, vuelve con un nuevo trabajo, «A», y nos cuenta cómo es enfrentarse a un nuevo disco en época de pandemia. En esta entrevista reflexiona sobre la música y sobre el papel que puede jugar el feminismo en un panorama musical dominado y controlado por hombres.
El disco «A» ya está disponibles en Spotify y demás plataformas digitales, para quienes prefieran el formato físico ( como nosotras) , el disco se puede comprar aquí
Háblanos de tu nuevo trabajo. ¿Qué significa «A» para ti? Y, ¿por qué este título?
Lo titulé así porque soy una admiradora de Damien Rice, y quería hacerle un guiño (tiene un disco que se llama «O»). Generalmente, todas las palabras en masculino acaban en -o y las palabras en femenino terminan en -a. Esto y un montón de señales y simbolismos dieron pie a este título: «A» tiene forma de montaña pero en realidad es la cabeza de un buey en la escritura protosinaítica, que derivó en alfa en el alfabeto griego; «A» es una oclusiva glotal y hace trabajar a las cuerdas vocales, algo que pasa cada vez que se canta; «A» es la primera letra que se atreve a enumerar listados y «A» es el plan que siempre quieres que funcione (no hay plan B). Además, «A» es la inicial de dos personas a las que adoro en mi vida.
¿Por qué has tardado cinco años en volver a la escena musical?
Como bien dices, hace cinco años decidí apartarme de la escena musical. Uno de los motivos fue darme cuenta de que formar parte de la escena no dependía de mí. No dependía de mi talento ni de las ganas que pudiese tener; ni siquiera dependía de las personas que disfrutaban de la música ni del dinero que pudiese invertir. De lo único que dependía mi carrera musical (hablo sólo de mi caso) era del hombre: el hombre que organiza eventos, el hombre que tiene una discográfica, el hombre que va a ser tu manager, el hombre que puede cerrar tus bolos, el hombre que va a hacer la crítica de tu disco, el hombre que va a poner tu canción en Radio 3, el hombre que tiene éxito y que va a colaborar contigo en una canción… Por todo esto, mi situación no ha sido ventajosa.
Formar parte de la escena no dependía de mí. No dependía de mi talento ni de las ganas que pudiese tener; ni siquiera dependía de las personas que disfrutaban de la música ni del dinero que pudiese invertir. De lo único que dependía mi carrera musical (hablo sólo de mi caso) era del hombre: el hombre que organiza eventos, el hombre que tiene una discográfica, el hombre que va a ser tu manager, el hombre que puede cerrar tus bolos, el hombre que va a hacer la crítica de tu disco, el hombre que va a poner tu canción en Radio 3, el hombre que tiene éxito y que va a colaborar contigo en una canción… Por todo esto, mi situación no ha sido ventajosa.
Además, aunque por suerte vivo y me hago mayor, las pautas de la industria premian un estereotipo de mujer joven, frágil y dependiente. Tampoco estuve dispuesta a hacer favores sexuales —que es una demanda muy usual—. Sentía que mis movimientos estaban muy limitados y que no valía la pena avanzar en una jaula.
Estos cinco años he seguido componiendo, y me he centrado en mi familia y mis amigos históricos. No he dejado de tener la necesidad y he seguido echando de menos el estudio, los ensayos y el directo. Pero hasta ahora me compensaba al compararlo panorama que te he contado. He tardado cinco años en recomponerme y también he estado siguiendo los pasos de asociaciones de mujeres en el mundo de la música; he ido observando cómo se han ido reincorporando las mujeres —aunque sea a cuentagotas— y me gustaría formar parte de esto.
Generalmente, todas las palabras en masculino acaban en -o y las palabras en femenino terminan en -a. Esto y un montón de señales y simbolismos dieron pie a este título: «A» tiene forma de montaña pero en realidad es la cabeza de un buey en la escritura protosinaítica, que derivó en alfa en el alfabeto griego; «A» es una oclusiva glotal y hace trabajar a las cuerdas vocales, algo que pasa cada vez que se canta; «A» es la primera letra que se atreve a enumerar listados y «A» es el plan que siempre quieres que funcione (no hay plan B)
Te consideras una mujer feminista. ¿Podrías concretar en qué canciones de tu nuevo disco se ve reflejado?
El disco se abre con «Somos nuestras», que es una oda a la mujer y a la sororidad. Tiene una frase de estribillo que me dio un poco de miedo meter, ya que es difícil interpretar la ironía en las canciones. La frase en sí: «Somos todo aquello que algún día quisiste ser / locas asomadas en ventanas» hace referencia a los siglos y siglos que han padecido las mujeres inquietas, valientes y adelantadas a su tiempo (desde la quema de brujas hasta los encierros en loqueros y matasanos).
«Hombres raros» habla de lo descolocados que se sienten algunos hombres con el golpe sobre la mesa que estamos dando las mujeres; «Cabeza de bestia» habla sobre la violencia de género; «Minúscula montaña» trata sobre el maltrato psicológico y «Yo sí te creo» habla sobre la aberración de las manadas.

El nuevo disco sale el lunes 11 de mayo, pero he leído que el proceso de grabación te ha llevado casi un año. ¿Podrías explicarnos cómo ha sido este proceso?
De volver al ruedo se encargó Marc Cros (mi productor). Él tuvo el tacto y la paciencia de quitarme el polvo con cuidado; y se fueron sumando al proyecto Valen Nieto (mi coproductor) y, por último, Sebas (mi baterista, al que todavía no he podido conocer en persona por el confinamiento). Así que aquí estoy, ¡otra vez rodeada de hombres! Eso sí, comprometidos con el pensamiento de igualdad y dispuestos a jugar en la liga con mujeres.
Para los que estamos esperando con atención su lanzamiento; ¿podrías decirnos cuál es tu canción favorita de «A»?
Depende un poco del momento en el que uno esté; pero «Anticuerpos antinucleares» me hace pensar en un muñeco que tenía cuando era pequeña y me encanta cantarla en la ducha.
Antes has mencionado el tema del confinamiento. ¿Qué opinas sobre la situación actual que estamos viviendo con la pandemia? ¿En qué te ha afectado y cómo ves el futuro?
No podría ser peor momento. Siempre ha habido un deseo en mí de que el mundo parase por un tiempo, pero esta manera ha sido terrorífica. Hemos perdido a mucha gente y cuando pase este estado de shock vendrá el duelo masivo, y me asusta la idea de una sociedad triste.
Por otro lado, nunca había podido respirar profundo en Barcelona. Sólo lo hacía en época estival, en mi pueblo o cuando iba de excursión a la naturaleza. Espero que a nivel planeta esto sirva de reflexión.
También hay algo que me da mucho miedo y espero que no sirva de precedente. Por el motivo que sea, me da mucho reparo que el estado nos pueda privar de la libertad. Me preocupa que esto sirva de precedente para controlar a las personas a través de la política del miedo. También me preocupa la cantidad de información que se ha acumulado. En general, considero todo lo que rodea al Big Data como el arma del futuro. Antes sólo pensaba que era una herramienta capitalista, pero creo que su uso no tiene límites. Mejor no sigo con mi vena conspiranoica… La epidemia me ha descolocado y, a nivel musical, todo es más complicado por ahora.
También hay algo que me da mucho miedo y espero que no sirva de precedente. Por el motivo que sea, me da mucho reparo que el estado nos pueda privar de la libertad. Me preocupa que esto sirva de precedente para controlar a las personas a través de la política del miedo. También me preocupa la cantidad de información que se ha acumulado. En general, considero todo lo que rodea al Big Data como el arma del futuro. Antes sólo pensaba que era una herramienta capitalista, pero creo que su uso no tiene límites. Mejor no sigo con mi vena conspiranoica… La epidemia me ha descolocado y, a nivel musical, todo es más complicado por ahora.

Si echamos la vista atrás, ¿hay algo que cambiarías de tu pasado musical? ¿Qué se necesita para ser música y que la industria te tenga en cuenta?
No, no cambiaría nada. En la vida te encuentras personas en el camino, compartes instantes y cada uno sigue su camino. Estoy donde debo estar. No alteraría nada de lo que he vivido ni con quien lo he compartido. Todavía no he llegado donde quiero estar y eso lo hace todo emocionante.
Es cierto que las mujeres lo tenemos más dificil. Algo que se repite y que he podido comprobar por experiencia propia, es que cuando un hombre y una mujer cantan juntos en un tema siempre van a pensar que el tema está compuesto por el hombre. Y así con todo.
Pero vamos, han pasado pasado unos años desde mis últimas experiencias y creo que poco a poco las cosas van siendo distintas. Creo que vamos por el buen camino; debemos estar unidas y no dejarnos llevar por lo que ha ido marcando el hombre en la industria, quitarnos esa presión de lo que debe ser una mujer en el escenario y mostrar nuestra propia personalidad sin miedo. Debemos tomar el ejemplo de otras profesiones y reclamar nuestro sitio.
¿Eres feliz?
Soy muy feliz y estoy emocionada de poder reemprender mi carrera musical y, sobre todo, de haber charlado un rato contigo.
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