Leer a Chris Kraus es como entrar en una fiesta donde te haces amiga de manera espontánea de la tía más guay que hayas conocido nunca. Habláis durante horas de música, arte y cine y te cuenta todas sus anécdotas del Nueva York de los 70, de los libros que ha escrito, de sus perros, de sus novias, de sus maridos, de cuando fue stripper, de cuando se prostituyó y cuando tuvo que presentarse a todas las productoras para sacar fondos para rodar su arte; de cuando perdió a su mejor amigo y cuando hizo sexo telefónico con un afamado director.
Leer a Chris Kraus es como sentir una conversación que se mete en tu cabeza y no sabes si la admiras, la odias, quieres ser ella o quieres acostarte con ella, o quizá un poco de todo a la vez.
Aliens y Anorexia es una muestra perfecta de su estilo. Publicada en español por Caja Negra en 2024, con traducción de Flor Braier, esta novela continúa la trilogía artístico literaria de la autora que inició con ese delicioso delirio de deseo no consumado que es Amo a Dick y que culmina en Sopor. Tres libros que navegan sin pudor los límites de la autobiografía, la ficción, la filosofía y la crítica cultural y que te dejan pensando todo el tiempo «¿Pero esto pasó de verdad?» después de cada capítulo.
En esta obra se habla de todo y de nada como en cualquier conversación que te cambia la vida. Se habla del fracaso, de la espiritualidad, y la alienación saltándose cualquier aspecto formal narrativo que pudiera esperarse en el formato novela.
La historia sigue a una cineasta independiente que, tras rodar una película de bajo presupuesto titulada Gravity and Grace, intenta sin éxito exhibirla en festivales europeos. Este filme hace referencia a la obra homónima de Simone Weil, filósofa francesa cuya vida estuvo marcada por su búsqueda de la trascendencia y su decisión de morir de inanición a los 34 años. A través de este paralelismo, Kraus conecta su propia experiencia como cineasta con las ideas de Weil sobre la renuncia al cuerpo y la espiritualidad, generando una reflexión sobre los límites del arte y la vida misma.
Más allá de su protagonista, la novela introduce figuras como la activista Ulrike Meinhof y el artista Paul Thek, personajes clave para comprender el trasfondo ideológico y artístico del libro. Meinhof, miembro de la Fracción del Ejército Rojo, representa una lucha radical contra el sistema, mientras que Thek, con su arte efímero y su obsesión por la corporalidad, aporta una dimensión visual y conceptual que enriquece el discurso de Kraus sobre la relación entre el cuerpo y la creación artística.
La estructura de Aliens y Anorexia es fragmentaria y multidimensional, mezclando elementos de diario personal, conversaciones telefónicas con una agencia de citas, episodios de experiencias sadomasoquistas y relatos de un rodaje caótico.

Uno de los aspectos más innovadores del libro es su tratamiento de la anorexia, que no se aborda desde una óptica clínica, sino como una forma de resistencia frente a los mandatos de género. Para Kraus, la negación del cuerpo es una estrategia radical para escapar de los roles impuestos y alcanzar una forma alternativa de existencia. En paralelo, la idea del contacto con «aliens» funciona como una metáfora de la posibilidad de trascender los límites del capitalismo y las estructuras de poder convencionales.
Chris Kraus nos invita a cuestionar los parámetros con los que medimos el éxito y a reconsiderar la relación entre el cuerpo y la creación artística. Su intersección entre vida y ficción, junto con su mirada irreverente y crítica, convierten a Aliens y Anorexia en un testimonio sobre la precariedad y la marginalidad en el mundo del arte.
Y la sensación cuando lo terminas, como si abandonaras una fiesta, que esa conversación la ha tenido solo contigo y que posiblemente, a partir de ahora, Chris Kraus y tú tengáis una relación y te llame el día siguiente.
Puedes hacerte con este libro en tu librería preferida o en la web de Caja negra