Cursi es una palabra que siempre hemos asociado a connotaciones negativas, una palabra que suena a insulto solo por estar patriarcalmente feminizada. Ser cursi, culturalmente, era ser blanda, ser frívola, no mantener la entereza y la capacidad de sostenimiento para afrontar la vida.
Lo coquette se reapropió de lo cursi, lo convirtió en algo estético, relacionado con algunos artistas musicales que brindan su arte a la honestidad y la vulnerabilidad para la reconstrucción, y no la autodestrucción de todo lo que pasa en sus biografías.
Estrellas vivas. Antología de poesía cursi, editado por Letrasversal y con la selección de las editoras Berta García Faet y Juanpe Sánchez López, nos muestran una selección de poemas y poetas que no utilizan los recursos poéticos clásicos, sino que construyen los versos a través del día a día y que no tienen miedo en caer en lo obvio o en lo mal llamado cursi.

La poesía actual se define por su innovación, relevancia temática, influencia digital, lenguaje accesible y compromiso con la diversidad. Estas características no solo revitalizan el género poético, sino que también aseguran que la poesía siga siendo una herramienta poderosa de expresión y cambio en el siglo XXI.
Las redes sociales juegan un papel crucial en la difusión y popularización de la poesía actual. Plataformas como Instagram, Twitter y TikTok permiten a les poetas compartir su trabajo con una audiencia global instantáneamente, lo que también influye en el lenguaje y en cómo se presenta la poesía.
Berta García Faet y Juanpe Sánchez podrían haber presentado este libro como un estudio serio y pedante de cómo es la poesía actual, pero en vez de eso, han decidido —y se lo agradecemos— crear una antología variada, completa y accesible para quien se quiera acercar al lenguaje poético actual e inspirarse a través de él; sin embargo, se trata de una antología que lejos de estar llena de poemas que bajo el apelativo cursi pudieran parecer sencillos y de menor calidad que las antologías de libros más rimbombantes, está lleno de poemas de una calidad excelsa, juegos de palabras, temas y estructuras de mucho disfrute para a quien le guste leer/escribir poesía.
El lenguaje de la poesía en el libro es accesible y emocionalmente resonante. Porque si hay otra cosa que el libro consigue (y en general Berta García Faet con todas sus propuestas) es que no le tengamos miedo a los versos y nos sentemos a escribir poesía, que no tengamos miedo en no respetar las estructuras hegemónicas, los discursos literarios, las temáticas grandilocuentes, que nos acerquemos al lenguaje como quien se acerca a acariciar un gatito y simplemente nos dejemos sentir, y escribamos lo que queramos cayendo —o no— en lo cursi.
Y un libro que te inspira a escribir, siempre es un buen libro