Feminismo Glitch ( Un manifiesto), de Legacy Russel : El glitch es piel

Nos esforzamos en rebosar y desbordar. Cuerpos desafiantes y llenos de costuras. Queremos cuerpos salvajes, amorosos, monstruosos.

Me gustan los manifiestos y su capacidad para activar, movilizar y conmover. Promesas reveladas, propuestas emancipatorias, el juego con la ironía, el hermetismo, los sueños y los horizontes. Recuerdo con nitidez el impacto y choque que experimenté mientras leía el Manifiesto SCUM, de Valerie Solanas, o la exuberancia en la propuesta de Valentine de Saint-Point en su Manifiesto futurista de la Lujuria cuando reivindica el placer del estremecimiento y el gesto de crear y buscar en lo desconocido.

El último de estos textos que he leído con profundo placer ha sido Feminismo Glitch (Un manifiesto), escrito  por la investigadora y artista Legacy Russell y editado en castellano por Holobionte Ediciones.

El libro de Russell es un elogio del error y del fallo de función, una exploración del concepto “glitch” desde sus primeros usos en la década de 1960 y de 1970 en Estados Unidos vinculado con el conglomerado del Programa Espacial con un notable auge en aquellos años, hasta los usos actuales del concepto asociado con nuestra ya omnipresente cultura digital y tecnológica. Escribe Russell que podemos llegar a una comprensión del glitch como un modo de no-función o no-performatividad, una negación de la máquina, una no respuesta de la página web que interrumpe el flujo de movimiento continuo y navegación, y haciendo que la espera inesperada nos haga conscientes de la porosa frontera de nuestras vidas reales fuera y dentro del teclado. La anticuada separación entre lo online y lo offline dejó de existir: estamos enredadas, entremezcladas, ocupamos de manera fluida muchos seres y lugares, somos uno y muchos al mismo tiempo, un incansable deseo de experimentar, probar y disfrutar de la fusión y de las posibilidades de los distintos yoes.

El glitch continua Russell nos muestra que experimentar en línea no nos aleja de nuestras vidas lejos del teclado, ni nos impide cultivar comunidades colaborativas significativos y complejas más allá de nuestras pantallas, más bien todo lo contrario: la producción de estos yoes, las máscaras digitales que desarrollamos y nos ponemos on-line, nos ayudan a comprender quiénes somos con mayor cantidad de matices. Los cuerpos importan, nuestros avatares, también.  Todos aquellos códigos culturales que fomentan la univocidad de lo binario están oxidándose. Russell apuesta por una atención y observación de los mundos que nos contienen y nos invita a permanecer deliberadamente erráticos, siempre transformándonos y por tanto sin cartografiar.

Legacy Russell sabe de su linaje y referencia los estimulantes trabajos de Sadie Plant y Donna Haraway, lee en la noción de cuerpo del filósofo Jean-Luc Nancy, se sirve del concepto de “hiperobjeto” de Timothy Morton para destacar que el género es tan grande que se vuelve invisible. En su libro analiza los trabajos de artistas contemporáneas como Juliana Huxtable, Victoria Sin, Kia LaBeija, Lil Miquela.

En definitiva, Feminismo Glitch (Un manifiesto) es un elogio del error, una defensa de nuestros cuerpos ilegibles como interrupción necesaria para fomentar la invisibilidad y la hipervisibilidad, la necesidad de pasajes seguros entre lo online y lo offline. Una exploración de los tiempos, los espacios, la lentitud y la ruptura del bucle.

El glitch es piel. Exploren las intersecciones. 

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.