Qué bonitos son los blogs de belleza, eh. Qué cuquis todos, con sus fotos de productitos simulando bazares de una revista (cuánto daño habéis hecho, blogueras con cámaras decentes y un sentido de la fotografía más apañado que el de la media…), con sus swatches, con sus notas de prensa reproducidas prácticamente al dedillo por muchas de las autoras… Pero amigxs, el mundo beauty no es tan bonito como ellas nos muestran. Es mono, sí, pero tiene esa cara B que, aunque el 99,99% de posts no la mencionen, ahí está, relegada a un segundo plano, sin merecerse cuatro renglones llenos de hashtags en Instagram y su correspondiente etiqueta a la marca de turno. Porque no todxs tenemos el baño repleto de productos con packagings preciosos y que huelen a las mil maravillas… quien no tenga un producto viejuno al que es fiel, alguna crema en un tubo metálico que ya esté medio doblado o algún cacharrete que a simple vista parezca una herramienta de tortura nazi (¿hola?, ¿una lima para las durezas con pinta de rallador de queso?), MIENTE.
Y por eso en este blog en el que tenemos de todo menos vergüenza, os enseñamos nuestros productos de batalla favoritos que, aunque no sean tan bonitos como para merecerse su propio tablero de Pinterest, aunque su belleza no sea normativa, funcionan. Y funcionan bien.
1. Bálsamo para pies de Weleda: En general, todo lo que tenga que ver con poner bonitos los pies es bastante cuadro, pero all hail this cream. Es un bálsamo de textura rica que puede reparar grietas más profundas que la Fosa de las Marianas, dejando a la vez un fresquito muy gustoso en los pinreles. Todo bien.
2. Toallitas Chilly: Sí, como lo oís. Las toallitas Chilly molan y van fenomenal. El paquete es perfecto para llevar en el bolso, y si el día (o la noche) se hace más largo de la cuenta, pueden llegar a ser tus mejores amigas. No more papel higiénico tieso de los bares.
3. Lima eléctrica Velvet Smooth de Dr. Scholl: Volviendo al recurrente tema pies, no podemos dejar de mencionar este gadget que tantas alegrías nos ha dado gracias a su rodillo a pilas que, lima que te lima, te hace una pedicura profesional en casa en cuestión de minutos.
4. Loción aclarante Rubio Natural de Camomila Intea: Este spray es uno de los productos mejor guardados entre rubias. Recurrimos a él en la adolescencia, cuando nuestro color dorado empezaba a adquirir matices ceniza y a oscurecerse, y lo seguimos usando para alargar unas semanitas el ir a la pelu a darse mechas. Si no lo conoces y no lo usas, no mereces el carnet de rubia.
5. Laca Nelly: ¿En qué casa no hay un triste bote de laca Nelly al fondo del baño eclipsado por otros más modernos y caros… pero que en el fondo son iguales o peores? Aunque nos cueste reconocerlo, el mundo lacas llegó a la cima con Nelly y, desde ahí, todo ha sido caída en picado. Si Nelly es la laca que mejor fija y que mejor se retira luego, se dice y no pasa nada.
6. Crema de manos Atrix: Lo sabemos. Acabas de visualizar este envase en el tocador de tu abuela. La crema Atrix es como la magdalena de Proust: con solo olerla ya nos pasa por la cabeza toda nuestra infancia. ¿Lo mejor? La siguen vendiendo en cualquier supermercado.
7. Desodorante para pies de Dr. Scholl: Lo sentimos por el bueno de Scholl, sus productos son totalmente antimorbo. Pero los amamos. Muy fuertemente además. Este desodorante para pies es uno de los mejores aliados veraniegos y, aunque en invierno vaya a quedarse relegado al útimo estante del armario del baño, en cuanto vuelva el calor volveremos a sacarlo.
¿Y tú, tienes más productos antimorbo a los que seas fiel en secreto? ¡Sal de armario y cuéntanoslo en Instagram, Twitter o Facebook!
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