Los casquetes polares te preocupan más que los que echan tus amigxs por el Tinder. Te pasas el día leyendo las etiquetas de los alimentos del supermercado. Estás en un grupo de consumo para apoyar a pequeños agricultores y te pasas el día apadrinando pingüinos. Peroooo… eres un cero a la izquierda en reciclaje. Los colores de los contenedores son un misterio y no sabes qué hacer con el brick de leche.
No te estreses, vamos a darte unos sencillos trucos que puedes aplicar en tu día a día, con los que reducirás la cantidad de basura que generas y el plástico que utilizas. Podrás llevar una vida con mayor conciencia ecológica sin sudar la gota gorda.
- Copa menstrual
Es una manera sencilla, barata y ecológica de eliminar parte del manto de compresas y tampones que flotan en las playas y que tardan unos 200 o 300 años en descomponerse. Hay muchos modelos, pero este de Enna Cycle, tiene un rabito para que te sea fácil localizarla y un aplicador, por si eres primeriza en estas lides, para que puedas usarla mejor. Puedes comprarla aquí.
- Tote bag
¿A que seguro que tienes alguna por casa? Si, de ese millón de tiendas de discos, viajes varios, tiendas de ropa y mensajes cuquis que has ido adquiriendo o te han regalado de manera compulsiva. Pues bien, dale duro al moderneo y échate al bolso un par bien dobladitas cada vez que salgas, así te aseguras de que, si te surje una compra imprevista en cualquier sitio, puedes decir eso de «ya tengo bolsa» y evitar llevarte más plástico a casa. - Miniglú
Esta empresa asociada con Ecovidrio tiene a la venta unos monísimos iglús de reciclaje para poner en tu cocina para, además de adornar, limpiar tu conciencia ecológica. Deja recogiditas las botellas de cerveza que almacenabas en un rincón con las que no sabes qué hacer. Puedes hacerte con uno aquí.
- A tope de pastilla
Los envases de los productos que usamos a diario son otro problema. Puedes empezar dejando de lado algunos de ellos pasándote al champú, gel, acondicionador e incluso desodorante en pastilla. Lush tiene unas ediciones muy cómodas que te dejan pelazo y te quitan botes de la balda de la ducha. - Pañales de tela (o, al menos, biodegradables)
Si tienes hijos o sobrinos, puedes realizar tu aportación al medio ambiente tratando de evitar los tóxicos (y apestosos) pañales. Existen opciones de tela más cómodAs e higiénicas de lo que puedes pensar, y también hay multitud de marcas que tienen su versión biodegradable. Merece la pena hacer un mínimo gasto extra y aportar tu granito de arena. - Café para llevar
No vamos a pedirte que vayas con un termo por la calle en previsión de si entras en Starbucks. Pero si vas a tomarte un café en alguna franquicia especializada en el vaso desechable, pídeles que te lo sirvan en taza. Va a quedarte más cuqui en Instagram y evita algunos fungibles. En el trabajo, trata de llevarte tu taza y verás cómo las papeleras y los mares te lo van a agradecer. Puedes comprarte alguna taza monísima con tapa aquí. - Agua
Si cargar con el termo de café o con tu taza a todas parte te da un poco de pereza, con el agua no tienes excusa. Además del sustancial ahorro que puede suponer no tener que consumir una botella de agua cada vez que tengas sed fuera de casa, una botella de medio litro reutilizable sin PBA o de cristal apenas pesa, y con ella vas a evitar usar un montón de plástico. Puedes comprar alguna a tu gusto aquí.
Te dirán que es una tontería, que qué más da que lo haga solo una persona. Pero lo cierto es que, si nos concienciamos todos un poco, aunque sea sólo por las leyes de oferta y la demanda con las empresas, mejoraremos un poco la situación ¿No te parece?
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