Herman Hesse (1877 –1962), publica por primera vez Knulp en 1915 en la editorial alemana S. Fischer Verlag. Años más tarde vendrían sus obras más conocidas entre las que están Siddharta y El lobo estepario. Knulp consta de tres historias, que forman parte de lo que se considerará el ciclo de Gerbersau, localidad donde algunas de sus ficciones tienen lugar. Estas son: Se acerca la primavera, Mis recuerdos de Knulp y El final. Esta edición de mano de Caleidoscopio — y con traducción de Virginia Maza— incluye además fragmentos póstumos, esbozos e ideas del proceso creativo de la obra, elementos eliminados, etc, que, como bien nos indica el editor, formaron parte, de manera más extensa, de la edición de las obras completas por la editorial Suhrkamp, y que son de interés para completar la lectura.
En los años en que Hesse escribe y publica esta novela está comenzando la Primera Guerra Mundial, y se presentó como voluntario en la embajada de Alemania en Berna, donde residía en ese momento. Fue, sin embargo, declarado inútil para el combate y destinado de nuevo a esta ciudad para asistir a prisioneros de guerra en su embajada. Allí intentó arreglar su matrimonio con Maria Bernoulli, con la que llevaba diez años casado, pero acabó recibiendo un tratamiento psicoterapéutico tras la muerte de su padre, la grave enfermedad de su hijo Martin y la crisis esquizofrénica de su esposa.
Se acerca la primavera nos presenta al trotamundos Knulp enfermo tras su paso por un hospital en el que se recuperaba de otra enfermedad, que en su camino a su ciudad natal se encuentra con un conocido curtidor quien lo aloja en su casa para que termine de recuperarse. En esta historia, y sin querer desvelar gran parte de la trama, el vagabundo se encontrará con distintas formas de amor.

En Mis recuerdos de Knulp, otro vagabundo que comparte aventuras con este nos narra parte de su vida y anécdotas comunes. Este relato contiene reflexiones sobre lo efímero de la vida y de la belleza, así como el retrato de un Knulp moralmente intachable en cuanto a vicios mundanos se refiere.
El final nos sitúa ya cerca de Gerbersau, cuando un Knulp moribundo intenta llegar antes de morir. En su camino es interceptado por un amigo quien intenta sanarlo y cuidarlo mientras que se nos muestran episodios de infancia y juventud del protagonista.
Stefan Zweig dijo de Knulp que «este fruto tardío solitario de un mundo romántico, me parece una estampa indeleble de la pequeña Alemania, un cuadro de Spitzweg y al mismo tiempo música pura, como una canción popular » y Theodore Ziolkowski, en su estudio sobre Herman Hesse publicado en 1979, afirmaría que «la libertad absoluta de Knulp siempre se va acompañada de un sentimiento de culpa, pues Knulp quería trasladar un poco de malestar en relación a la libertad, a la vida cotidiana de los «normales», los fieles. Pero Knulp finalmente tuvo que renunciar al hecho de que no había logrado «nada realmente valioso» para «la gente común».
En definitiva, Knulp es una interesante obra, bastante desconocida en la bibliografía del premio nobel, que trata sobre la libertad, el amor y la moral.
Se puede encontrar en librerías y en la web de la Calidoscopio de libros Editorial