El secuestro de una palabra lo es también de las conciencias
Las invisibles, Peio H. Riaño.
Las mujeres y ese tiempo interminable soportando el peso de ser más cuerpo, más materia o más esencia, y el de todas esas prácticas de dominación, de sometimiento y de ejercicio de poder asociadas para mantener ese régimen disciplinario en el que las mujeres han sido menos sujeto que los hombres, han tenido menos poder de agencia y su estatus de humanidad no ha sido del todo completo. Alma y cuerpo. Gracias al libro de Peio H. Riaño Las invisibles. ¿Por qué el Museo del Prado ignora a las mujeres? (Capitan Swing, 2020) hemos descubierto que una de las formas más ignominiosas en el ejercicio de ese poder patriarcal es el de la invisibilización de las mujeres artistas, de las mujeres que crean, de las mujeres que patrocinan. Que las mujeres sigan habitando en el museo secreto no es casual; ya hemos aprendido que nada es inocente en el patriarcado.
Gracias al libro de Peio H. Riaño Las invisibles. ¿Por qué el Museo del Prado ignora a las mujeres? (Capitan Swing, 2020) hemos descubierto que una de las formas más ignominiosas en el ejercicio de ese poder patriarcal es el de la invisibilización de las mujeres artistas, de las mujeres que crean, de las mujeres que patrocinan. Que las mujeres sigan habitando en el museo secreto no es casual; ya hemos aprendido que nada es inocente en el patriarcado.
Afirma Riaño en el libro que estas mujeres artistas “no han sido olvidadas, las han hecho desaparecer”. Y para llevar a cabo ese secuestro, esa desaparición, el patriarcado ha desplegado y dispuesto de toda una amplia gama de estrategias que Riaño explora y desmenuza de manera brillante en su ensayo. Escribe la profesora de Historia del Arte Lynda Nead, que en torno a las políticas de autodeterminación lo «que ha estado emergiendo una y otra vez en la discusión del arte feminista es el tema del control de la identidad a través del control de la imagen”.

Riaño explora en su libro todas esas políticas de la mirada que establecen las normas en torno: a quién mira, quién puede crear, quién nombra, quién designa, desde dónde y para qué, quién ha sido representada y de qué manera y qué palabras han sido borradas para hacer más digerible lo que era rotundamente imposible. El autor lo tiene claro, ahora nosotras también: “el patriarcado no necesita imponerse, simplemente sucede” y cuidado con salirse de la norma porque el precio de “desvelar lo invisible no sale gratis”. Las invisibles, es un libro cargado de compasión, de sororidad, en el que se deshacen nudos que durante mucho tiempo estuvieron demasiado amarrados e ilumina muchas zonas oscuras. Y nos cuenta de qué manera se ha retorcido el lenguaje durante demasiado tiempo para que el rubor de contemplar imágenes cargadas de violencia, misoginia y tortura no nos parecieran tan atroces como era lógico o sensato que sucediese.
El autor lo tiene claro, ahora nosotras también: “el patriarcado no necesita imponerse, simplemente sucede” y cuidado con salirse de la norma porque el precio de “desvelar lo invisible no sale gratis”. Las invisibles, es un libro cargado de compasión, de sororidad, en el que se deshacen nudos que durante mucho tiempo estuvieron demasiado amarrados e ilumina muchas zonas oscuras. Y nos cuenta de qué manera se ha retorcido el lenguaje durante demasiado tiempo para que el rubor de contemplar imágenes cargadas de violencia, misoginia y tortura no nos parecieran tan atroces como era lógico o sensato que sucediese.
Peio hace nítido lo que estaba desenfocado, relaciona las ideas, los conceptos y las obras con una amenidad y espíritu de justicia profundamente humano. En el libro encontrarán muchas historias, nombres propios que necesito citar porque no quiero caer en la trampa de la ausencia: Rosa Bonheur, Rosario Weiss, María Isabel de Braganza, Clara Peeters, Artemisia Gentileschi. Nombres que ya nunca más serán invisibles. Me parece importante recalcar aquella idea que figura al final del libro: “el museo del presente y del futuro debería ser el lugar en el que construir las gramáticas para la nueva sociedad”. Una vez leído el libro, estaremos más atentos a la descripción que aparece en las cartelas. Qué importantes son y qué ilusos éramos. Me encantaría saber la opinión que tiene Peio sobre la exposición que el Museo del Prado tenía previsto inaugurar el pasado 31 de marzo y que se aplaza hasta este próximo otoño: Invitadas. Fragmentos sobre mujeres, ideología y artes plásticas en España (1833-1931).
El prólogo de Lara Moreno es maravilloso, sueño y deseo tener la suerte que tuvieron las hijas de L. y N. y un día poder recorrer el museo acompañado por él, para que me cuente la verdadera historia que hay conversando entre susurros entre los muros y paredes del museo. Peio H. Riaño, ha liberado a las palabras, también ha ampliado nuestra conciencia.
Puedes hacerte con este libro en tu librería preferida, en la web de Capitán Swing o aquí.