Cinco consejos para ligar en Tinder

Internet son los nuevos guateques. Pero ahora, en vez de esperar horas sentada en un banco a que suenen las lentas y alguien te saque a bailar, puedes, activamente, bucear en la red en busca de pareja. A golpe de doble clic o descartando hacia la izquierda  puedes llevar a cabo tu danza precoital en chándal y desde la comodidad de tu casa.
Pero no todo es caza mayor en Internet… También están los que buscan algo más duradero que les aporte, aparte de empotramientos, un objetivo común y un compañero de vida y de series online.
Como conseguir esto no es tan sencillo en ningún formato, hemos analizado cinco elementos que deberían desaparecer de tu descripción si quieres salir del grueso de potenciales ciberamantes y convertirte en alguien que despierte la curiosidad de conocer:
«Me gusta viajar»:
Entendemos que decir «me gusta quedarme en casa a oscuras tapado con una manta y oscilar mientras repito frases en sánscrito» no parece una buena publicidad. Además,  si ya has añadido unas cuarenta fotos de templos y cascadas por todo el sureste asiático, no te preocupes, deducirán solitos que te gusta viajar.

“Si quieres saber algo ¡pregunta!»
Como decía un popular personaje de un libro de Nick Hornby, «lo que te gusta y no te gusta, eso es lo realmente importante». Si no eres capaz de decir nada ocurrente sobre ti (o al menos medianamente llamativo), llama a tu abuela y que te aconseje.

“No sé, es difícil describirse, supongo que soy (aquí chorretón de virtudes enmascaradas en defectos)».
Si tu mayor defecto es que eres «muy perfeccionista” o “demasiado romántico”, te has equivocado de perfil en redes. Tú lo que quieres es que un headhunter te encuentre en Linkedin y poder trabajar 14 horas al día. Así no te preocuparás de no tener lugar para el amor. No hay nada menos atractivo que la falsa modestia.

“Amigo de mis amigos”
¡¡Felicidades!! Porque no veas que marrón ser amigo de tus enemigos. ¿Qué nos quieres decir? ¿Qué tienes amigos y ya no quieres más? Haters gonna hate? Porque en ese caso, quédate con tu chupipandi y ya si eso búscate otra cosa.

Fotos en motos:
No hace falta ser un experto para detectar en una foto quién lleva años encima de una moto y quién es un motero de palo. Hay un segmento concreto de edad en los que proliferan las fotos en este vehículo: el comprendido entre los 35 y los 40 años. Pero ojo, que más que un salvaje amante del peligro y la velocidad dispuesto a llevarte a cualquier acantilado donde hacerte el amor apasionadamente, refleja una cierta crisis de la mediana edad que posiblemente se acompañe de tirarle la caña a toda veinteañera que se asome por la aplicación. Mejor pon una foto en el tractor de algún primo del pueblo, que así parece que tienes tierras.